domingo, 29 de noviembre de 2015

Tres lugares.

Hay tres sitios en Valencia que cerraron: el hotel Reina Victoria, el cine Marti y la librería Maraguat, los tres emblemáticos para mí por lo que diré después.
   Hay otros, igual de emblemáticos en mi vida que, aunque transformados, siguen existiendo: El Corte Inglés, la Facultad de Geografía e Historia,  los Poblados Marítimos, ...
   Pero estos últimos son como esas personas que deberían morir y no mueren o que regresan de la muerte y entonces se vuelven contra quien más los ha querido. Del tiempo en que salía el Sol cada día no debe quedar rastro vivo en este mundo de tinieblas.
   En el Reina Victoria se celebró el banquete de mi primera comunión, en el cine Marti vi, a los siete años "Las cuatro plumas", en Maraguat compré, en 1.984, "La persistencia del Antiguo Régimen".Ahora viene la explicación.
   La primera comunión ( 1.972) no es tal sino un tiempo que murió: la ilusionada e inedita prosperidad, el antifranquismo, los hippies y lo que no digo.
   "Las Cuatro Plumas"( que es un relato ridículo pero como mis difamantes tienen una mente ridícula además de subnormal seguro que me ridiculizan por sólo citarlo) me hizo plantearme a los siete años que un relato de aventuras no es que no sea tal, es que no trata de qué machote es el mariquita, ni de los valores conservadores, ni de la sociedad victoriana, ni de la psicología de combate, sino de la entelequia filosófica que supone un enfoque ético del ser humano , con su neutralidad axiologica adyacente, aunque no alcanza la calidad formal de un Ibsen.
   "La persistencia del Antiguo Régimen"( quiero recordar a mis difamantes que no es el régimen de Franco para que no hagan el ridículo si me la iban a meter por ahí) me llegó desde que lo hojee. Creo que el autor casi acierta y que con un enfoque weberiano su interpretación quedaría perfecta. Un libro y un autor en su día muy reconocidos en la profesión y hoy injustamente olvidados. Respecto a los argumentos con que se le criticó espero poder hacer yo mi crítica. Y también, dicho sea de paso,  respecto a quienes en otro tiempo criticaban maliciosamente a a Weber y ahora tendenciosa aunque parcialmente lo reivindican.
    Estos son ejemplos de cuando yo estaba vivo , fuera feliz o, como ya en la época del libro, tuviese graves problemas. Unas semanas antes de comprarlo, para mi cumpleaños de 1.984 lo había preparado todo para suicidarme porque ya no podía más. Al final decidí esperarme a ver pasar el cadáver de mi enemigo. Lo que jamás pude sospechar es que más de treinta años después habría de verlo suicidado en masa y que a mí me daría igual seguir en este mundo o no porque ahora sé que en realidad nunca perteneci a él.

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